Israel confirmó este martes haber llevado a cabo un “ataque preciso” contra altos mandos de Hamás en la ciudad de Doha, capital de Qatar. El anuncio fue realizado por el ejército israelí, que señaló como objetivo a “los directamente responsables de la brutal masacre del 7 de octubre”.

El operativo coincidió con reportes de explosiones y columnas de humo sobre la capital qatarí. Según declaraciones de un funcionario de Hamás, el ataque ocurrió durante una reunión de su delegación negociadora, que tiene base permanente en Doha y participa de las conversaciones para lograr un alto el fuego en Gaza. Hasta el momento, no se ha confirmado el número de víctimas fatales.

Medios israelíes indicaron que la operación incluyó la participación de 15 aviones de combate, que dispararon 10 municiones contra un único objetivo.

La ofensiva generó una rápida reacción de las autoridades qataríes. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Majed Al Ansari, condenó el ataque y afirmó que impactó un edificio residencial “donde viven varios miembros de la oficina política de Hamás”. Calificó el hecho como una “flagrante violación del derecho internacional” y una amenaza directa a la seguridad de Qatar. En una declaración oficial, el gobierno qatarí expresó que “no tolerará este comportamiento imprudente de Israel”, consignó el sitio de la BBC News (bbc.com)

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, también condenó la operación israelí, describiéndola como “una flagrante violación de la soberanía y la integridad territorial de Qatar”. En una rueda de prensa, pidió a todas las partes trabajar en favor de un alto el fuego permanente.

Por su parte, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se atribuyó la acción en su totalidad. “Israel la inició, la llevó a cabo, e Israel asume toda la responsabilidad”, indicó un comunicado oficial.

En medio de la tensión diplomática, un funcionario de la Casa Blanca confirmó que la administración estadounidense fue notificada previamente sobre la operación. Estados Unidos mantiene una importante presencia militar en Qatar, con unos 10.000 efectivos desplegados en el país.

El ataque también provocó reacciones de condena por parte de varios gobiernos de la región. El presidente palestino Mahmud Abás lo calificó como una “escalada que amenaza la seguridad y la estabilidad regionales”, mientras que Arabia Saudita y la República Islámica de Irán rechazaron enérgicamente la acción, señalando que representa una violación del derecho internacional y de la soberanía qatarí.

Qatar ha sido mediador en las negociaciones entre Israel y Hamás desde octubre de 2023. El ataque ocurre en un momento en que Hamás evaluaba nuevas propuestas de alto el fuego transmitidas a través de mediadores internacionales.